Por Latinus
Los médicos residentes e internos de pregrado del Hospital General Regional número 72 del IMSS -en el que hay un brote de coronavirus en alrededor de 30 doctores- decidieron desmentir la versión del director del Instituto Mexicano del Seguro Social, Zoé Robledo.
En una carta que enviaron directamente al secretario de Salud, Carlos Alcocer, y al subsecretario Hugo López-Gatell, detallan las omisiones que hubo por parte del instituto en el manejo de pacientes posiblemente contagiados y exigen una disculpa pública de Zoé Robledo.
Exigen que se les dote del equipo de protección más elemental.
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En cuatro cuartillas, los médicos enlistan cómo a mediados de marzo fueron recibidos pacientes con síntomas de COVID-19 en áreas no designadas para atenderlos y cómo se les ordenó seguir trabajando aun cuando había casos sospechosos y con síntomas de COVID-19.
El 30 de marzo, después de las presiones, dicen, el servicio de epidemiología aceptó hacerles las pruebas de diagnóstico.
“Se nos indico que nos tomáramos las pruebas entre nosotros y sin ningún tipo de protección, al fin y al cabo ya estábamos infectados y estaban gastando recursos valiosos entre nosotros”.
Los resultados estuvieron listos el 4 de abril pero no se los entregaron. Se enteraron que eran positivos a COVID-19, no por su clínica sino por un compañero que se había hecho la prueba en su unidad familiar.
El documento que corresponde sólo al área de médicos residentes e internos de pregrado confirma lo que Latinus dio a conocer la noche del pasado martes 7 de abril: sólo entre ese grupo de 26 médicos internistas de la clínica 72, hay 19 casos de coronavirus confirmados y otros tres en médicos de pregrado.
En el comunicado agregan que la clínica se negó a darles equipo de protección personal pese a que ya recibían casos de pacientes que manifestaban síntomas respiratorios y que eran sometidos a procedimientos de contacto directo de alto riesgo.
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Los propios médicos tuvieron que comprar insumos y sus equipos básicos de protección personal de salud.
En cuanto a los pacientes, los médicos detallan en el documento que las autoridades de la clínica se negaron a realizar las pruebas de diagnóstico de COVID-19, a pesar de los reportes de la Unidad sobre casos sospechosos.
El documento aclara que la carta es redactada por médicos residentes en aislamiento y en calidad de pacientes enfermos por COVID-19, piden respeto a su condición y la disculpa pública de la dirección del IMSS.
Establecen que decidieron hacer pública la situación “con la finalidad de defender la verdad, la realidad y de invitar a las autoridades del IMSS a ponerse la camiseta”.
La Asamblea Nacional de Médicos Residentes, de la que son parte 19 de los médicos contagiados, exige una respuesta inmediata por parte de las autoridades y sanciones a los funcionarios públicos responsables.
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