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Los gobiernos de América Latina comienzan a recomendar y en algunos casos exigir el uso de cubrebocas a la población, en zonas de aglomeración o donde se dificulte mantener una distancia, con el fin de frenar los contagios de coronavirus.
El gobierno peruano comenzará desde la próxima semana a distribuir cubrebocas gratuitos, tras decretar su uso obligatorio en las calles para ahuyentar al COVID-19, informó el presidente Martín Vizcarra.
El mandatario afirmó que los cubrebocas, que han comenzado a producir las empresas textiles locales, tendrán las características técnicas para evitar contraer la enfermedad.
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Vizcarra explicó que dicho instrumento de protección personal se ha convertido en una de las armas para disminuir el número de contagios. Las víctimas fatales suman 92, según datos de la Universidad Johns Hopkins.
“Ya vamos a producir de manera intensa los tapabocas“, manifestó el presidente junto a varios de sus ministros y expertos en salud y seguridad, todos usando cubrebocas.
En Colombia, desde este domingo y hasta nueva orden, todos los colombianos que utilicen el transporte público, taxis y áreas donde haya afluencia masiva de personas y no sea posible mantener la distancia mínima de un metro, deben portar obligatoriamente un tapabocas, informó el ministro de Salud, Fernando Ruiz.
Señaló que la medida se tomó por recomendaciones de la OMS, y aseguró que la próxima semana recibirán más de 15 millones de cubrebocas. El Ministerio de Salud reportó hasta el momento 46 fallecidos y 88 recuperados, con la mayor cantidad de infectados en Bogotá.
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Mientras que en Chile aconsejaron este fin de semana el uso generalizado de cubrebocas en lugares de mucha concurrencia. Además divulgarán un video con instrucciones para fabricarlos desde casa.
El ministro de Salud chileno Jaime Mañalich anunció la nueva medida mientras reportaba más de 300 nuevos casos de la enfermedad en el país.
En Venezuela, el presidente Nicolás Maduro ordenó la noche del domingo a las autoridades fronterizas recibir con los brazos abiertos a los venezolanos que regresen vía terrestre de Colombia, y otros países de la región, y atenderlos sin excepción a todos para detectar posibles contagios de COVID-19.
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Maduro indicó que giró instrucciones para que se realicen rigurosas pruebas de detección en los puestos de control fronterizo.
Aspira a que “todo caso positivo que pudiera venir en los migrantes venezolanos” se quede en la frontera, por lo que aseguró que será atendido y curado.
Se recluirá en centros de salud a los casos preventivos, mientras que el resto cumplirá 14 días de aislamiento en hoteles y otros centros dispuestos en la frontera para albergarlos, dijo Maduro.
El presidente venezolano además afirmó que, a diferencia de las primeras semanas, cuando casi la totalidad de los casos positivos del nuevo coronavirus lo presentaban viajeros, ahora han comenzado a aparecer más contagios locales.
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