El Instituto Nacional de Migración de México (INM) envió este jueves a Honduras a 232 inmigrantes de ese país que estaban detenidos en el estado de Tabasco.
Los traslados tienen lugar dos días después de que una protesta por temor a contagiarse de coronavirus provocara la muerte de un guatemalteco y el desalojo de las instalaciones.
Una autoridad federal, que pidió el anonimato, informó a The Associated Press que también se han realizado repatriaciones de guatemaltecos por vía terrestre.
Éstas formaron parte de las negociaciones que se están llevando a cabo con los cónsules centroamericanos para encontrar soluciones para los migrantes que desean volver a sus países en medio de una pandemia que ha cerrado muchas fronteras de la región.
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Piden liberar a migrantes
De forma paralela, organizaciones promigrantes, universidades y colectivos de derechos humanos exigieron en un comunicado la liberación de los todos los detenidos por los riesgos sanitario que representa la transmisión del coronavirus.
“Mantener a las personas en detención migratoria es un grave riesgo de contagio de COVID-19, es una violación de derechos humanos y es un atentado a la vida de las personas migrantes y de quienes laboran en las estaciones migratorias”, lee el documento.
Según esos colectivos, entre los que está la Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos, la Universidad Iberoamericana y la International Detention Coalition, en menos de dos semanas, indocumentados detenidos en instalaciones de Tapachula, Villahermosa y Tenosique, han protagonizado protestas por miedo al virus. Éstas, señalan, fueron reprimidas por las autoridades mexicanas sin respetar los derechos humanos.
Por su parte, varias agencias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) recomendaron al gobierno de México que reduzca la población de migrantes en este tipo de instalaciones, muchos de los cuales son solicitantes de asilo.
En días anteriores, la ONU hizo un llamado global a que se libere a los indocumentados “sin bases legales” para permanecer retenidos, ya que su vulnerabilidad ha crecido ante la actual pandemia.
