Riesgo de propagación del COVID-19 por descuidos con inmigrantes: MSF

Migrantes en Estados Unidos
Foto: Reuters

Por Tania Aguayo

La organización Médicos sin Fronteras (MSF) denunció que a pesar de la emergencia sanitaria por el COVID-19, cada día un promedio de 80 inmigrantes mexicanos y centroamericanos retornados de Estados Unidos a Tamaulipas, son llevados a la frontera sur de México por integrantes del Instituto Nacional de Migración. Los traslados se realizan sin que exista un plan de contención para evitar la propagación del coronavirus.

En entrevista para Latinus, la doctora Isabel Beltrán, coordinadora médica de MSF en México y América Central, dijo que la preocupación es en varios sentidos porque no se sabe a dónde están llevando a los inmigrantes, ni tampoco si los sitios donde los van a alojar tienen las medidas mínimas de salubridad.

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“Al no tener medidas de contención, de aislamiento, medidas de higiene, se puede facilitar la propagación de la enfermedad no solo dentro de estos grupos, sino hasta la población en general”. Recordó que en los albergues, campamentos y las estaciones migratorias generalmente hay varias personas durmiendo en un mismo lugar, sin la distancia necesaria que podría evitar contagios de COVID-19.

Solicitantes de asilo en el limbo

En el campamento que atiende Médicos sin Fronteras en Matamoros, Tamaulipas, viven alrededor de 2 mil inmigrantes, hacinados y con muy poco acceso a servicios básicos como el agua. La mayoría de ellos son solicitantes de asilo que fueron enviados de Estados Unidos a México mientras se resuelve su trámite.

Se estima que esta política llamada Quédate en México (Remain in Mexico) ha mantenido a más de 60 mil personas fuera de Estados Unidos, varadas principalmente en la frontera norte de México. Tras la emergencia por el COVID-19, los trámites para solicitar asilo quedaron detenidos por tiempo indefinido en ambos países.

El 20 de marzo el presidente Donald Trump anunció el envío inmediato a territorio mexicano de todos aquellos extranjeros detenidos por cruzar la frontera de manera irregular, a fin de evitar posibles contagios de coronavirus en los centros de detención.

La doctora Isabel Beltrán consideró que usar al COVID-19 como argumento para evadir sus obligaciones internacionales hacia los refugiados y los inmigrantes no solo es inaceptable, sino también contraproducente en términos de control de brotes.

“Se tiene que asegurar que se respeten los derechos de estas personas. Es muy importante que puedan tener acceso a servicios médicos y que existan áreas donde pudieran mantener un aislamiento para evitar la propagación del virus”.

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Médicos sin Fronteras brinda apoyo en 16 puntos de atención (albergues, refugios y centros) ubicados en la llamada “Ruta del migrante” en México, que incluye a Tabasco, Guerrero, Veracruz, Ciudad de México, Tamaulipas, Nuevo León y Baja California. Durante 2019, los equipos de MSF dieron más de 30 mil consultas médicas y más de 6 mil consultas de salud mental.

La organización también ofrece asistencia médica, psicológica y social a poblaciones víctimas de otras situaciones de violencia. Por ejemplo, en Ciudad de México opera un Centro de Atención Integral para víctimas de tortura, tratos crueles, inhumanos y degradantes. 

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