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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró este miércoles que el proceso de impeachment abarcó la atención de su administración, por lo que no pudo actuar de manera adecuada frente al COVID-19.
Mientras que Nancy Pelosi, la presidenta de la Cámara de Representantes, advirtió que es urgente aplicar otro paquete de estímulo económico para ayudar a la población a hacer frente a la crisis.
Donald Trump fue absuelto del impeachment desde antes que la crisis por el COVID-19 se desatara. Sin embargo, el presidente asegura que gracias a ese proceso no pudo actuar antes de que las cifras de contagio y muertes estallaran.
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Tras las declaraciones de Trump, la demócrata Pelosi declaró que “si el presidente no puede con el trabajo, no se puede esconder en la inacción”.
“Tenemos que trabajar juntos, las estadísticas que tenemos rompen con cualquier otro tema”, comentó.
Por lo mismo, Pelosi urgió al presidente a implementar la Ley de Producción de Defensa (DPA). Esta consiste en pedir a las empresas concentrarse en la producción de material médico con urgencia.
Estados Unidos registra más de 215 mil casos de COVID-19 y cifras superiores a las 5 mil muertes. Tan sólo en Nueva York, el foco de la epidemia del país, hay cientos de miles de personas contagiadas, y muchas de ellas dependen del uso de ventiladores.
La presidenta de la Cámara de Representantes asegura que, aunque ya se liberó un primer estímulo, no será suficiente para salir de esta crisis.
El estímulo económico de dos billones de dólares se aprobó para ayudar a los estadounidense desempleados o con pequeños negocios no alcanza. A pesar de ello, Pelosi considera que ahora es necesario preocuparse por inyectar una cifra directo a los sistemas de salud.
“No podemos mandarles bendiciones a los médicos que no tienen material para protegerse y seguir trabajando”, remató.
“No hay que hacerlo sonar como que es algo exhorbitante. Es algo necesario que ayuda a la gente. Pero necesitamos más”, aseguró Nancy Pelosi. Además, reconoció que un nuevo estímulo debería concentrarse en proteger a los médicos y brindarles el equipo necesario. Igualmente señaló la necesidad de más pruebas de COVID-19 y medicinas.
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, advirtió que si se tomaran estrictas medidas de distanciamiento, se podrían llegar a necesitar alrededor de 75 mil camas hospitalarias y 25 mil ventiladores para los pacientes contagiados de COVID-19.
Cuomo advirtió que, sin distanciamiento, las cifras podrían ser mucho peores y elevarse a alrededor de 110 mil camas y 37 mil ventiladores para finales de abril.
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Además, aseguró que está haciendo todo lo que está en su poder para conseguir el material necesario para que los médicos de Nueva York puedan trabajar.
Cuomo afirmó que la compañía Regeneron donó 500 mil pruebas de coronavirus, mientras que Corning donó 100 mil tubos para ventiladores.
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