Así operan los juzgados de inmigración en medio del coronavirus

Así se vive el coronavirus en los juzgados de inmigración
Foto: AP

Los abogados de inmigración están utilizando anteojos para nadar y máscaras para visitar a sus clientes en los centros de detención.

Los jueces, por su parte, llenan los juzgados con desinfectante para manos para audiencias que preferirían realizar por teléfono. La mayor parte de las actividades en Estados Unidos están en pausa por el coronavirus.

Aunque el gobierno de Donald Trump resiste a los llamados de los jueces y abogados que piden suspender las audiencias en persona, y cerrar todos los tribunales de inmigración, estos siguen operando.

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Los jueces y abogados, dado el riesgo de contagio, tratan de protegerse. Así que llevan las mascarillas y guantes, artículos que ni siquiera muchos hospitales pueden conseguir actualmente. 

La abogada Margarita Silva improvisó. Al llegar a un centro de detención en Arizona llevaba unas gafas protectoras que le prestó su marido, quien es agrimensor, una máscara y unos guantes que consiguió en la ferretería. Dice que se sintió ridícula.

Un compañero suyo portaba una mascarilla y anteojos para nadar, señaló.

Argumentan que incluso las audiencias más urgentes podrían hacerse por teléfono, todo con tal de evitar que los inmigrantes permanezcan recluidos indefinidamente en centros de detención.

El Departamento de Justicia aplazó el lunes las audiencias para personas que esperan en México mientras reciben una respuesta a la solicitud de asilo que presentaron.

La medida llegó hasta que algunos jueces en California decidieron no mantener abiertos los juzgados en medio de la pandemia. 

Dificultades para hacer cumplir las medidas sanitarias

El distanciamiento social también resulta problemático, dado que varios de los juzgados son pequeños. Los jueces constantemente tienen que pasarle documentos a sus colaboradores y en la sala también están los abogados y familiares de los inmigrantes.

Por ello, abogados de inmigración, sindicatos de jueces e incluso los abogados del Departamento de Seguridad Nacional, han pedido en forma conjunta el cierre de todos los tribunales.

“El coronavirus es contagioso incluso cuando la gente no tiene síntomas. Eso preocupa a todo el mundo. Cuando surgen los síntomas, ya puede ser demasiado tarde”, afirmó Samuel Cole, juez de inmigración en Chicago y vocero de la Asociación Nacional de Jueces de Inmigración.

“Todos corremos riesgos”, afirma. Esa preocupación ha llevado a varios jueces a realizar vistas en línea, mientras que otros sencillamente ya no han ido a los juzgados.

Andrea Saenz, abogada de los Servicios de Defensa de Brooklyn, contó que sus colegas denuncian que están teniendo que elegir entre arriesgar su salud al ir a un juzgado o quedarse en su casa, pero hacer que sus clientes pierdan la oportunidad de ser liberados.

“Es un desastre”, lamentó Saenz.

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