Foto: Reuters
Muchos, a pesar del miedo al coronavirus, tienen que priorizar la supervivencia y enfrentan largos trayectos en autobús, metro o tren para asegurar que podrán pagar la renta.
Ángela Riaño vive en el sur de Bogotá. Todos los días debe despertarse antes de las 4:30 de la madrugada para llegar a tiempo al trabajo.
Necesita dinero para sobrevivir y teme a las consecuencias que la cuarentena podría traer. “Económicamente ya estamos perjudicados”, señala.
También puedes leer: Muere mexicano que estaba hospitalizado por coronavirus en Perú
Ella atraviesa a diario la ciudad. Lo hace en dos autobuses de Transmilenio, el mayor sistema de transporte público bogotano con un promedio diario de 2 millones y medio de usuarios.
Mientras que la mayoría de ciudadanos está en casa preparándose para el aislamiento obligatorio, Riaño únicamente piensa en las dos horas de trayecto que tiene por delante para llegar al edificio en el que trabaja. Ahí realiza los servicios de aseo de lunes a sábado.
De acuerdo con las autoridades, las aglomeraciones en el Transmilenio han caído en las horas pico en un máximo del 47 por ciento hasta el jueves pasado.
El gobierno mexicano anunció recientemente la interrupción de actividades no esenciales y la suspensión de clases en todos los niveles. Pero aún con estas medidas restrictivas, las estaciones del Metro siguen repletas irremediablemente en algunos lugares.
Los empleados del populoso Metro de la capital de México utilizan un traje especial para evitar contagios y recorren diariamente los vagones vacíos para limpiarlos. El proceso de desinfección es por nebulización y dura un día.
Pero César Filoteo, uno de los más de 5 millones de pasajeros que usan diario el Metro de la Ciudad de México, considera esto un mero gesto simbólico que reduce poco su miedo al contagio.
“La verdad no creo (que hagan lo suficiente). Me ha tocado en Buenavista, ahí sí te dan gel, pero en todas las demás estaciones la verdad no he visto nada”, asegura.
Esta web usa cookies.