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La Federación de Futbol de Australia (FFA) despidió al 70 por ciento de su personal mientras lucha por mantenerse solvente durante un cierre nacional a raíz del coronavirus.
“Ésta ha sido una decisión extremadamente difícil de tomar, pero necesaria para estabilizar la organización para que pueda seguir prestando servicio al juego, aunque en un panorama muy diferente”, dijo el presidente ejecutivo de la FFA, James Johnson, en un comunicado el viernes.
“Las industrias de todo el mundo se han visto gravemente afectadas por la pandemia de COVID-19 y el futbol en Australia no es diferente”.
La FFA suspendió el martes la A-League de la Primera División de Australia luego de que las restricciones de viaje y las medidas de distanciamiento social hicieron insostenible la competencia.
Los partidos internacionales para los equipos nacionales de Australia también se han suspendido indefinidamente, junto con todas las bases y el futbol comunitario.
“Estos desarrollos afectan muchas formas de ingresos para la FFA, incluidas las tarifas de registro nacional, tarifas de transmisión, patrocinio, venta de boletos y financiamiento del gobierno, por lo que hemos necesitado ajustar nuestras operaciones para garantizar que podamos permanecer operativos”, agregó Johnson.
El número de casos de COVID-19 en Australia se acerca a los 3,000 desde menos de 100 a principios de marzo, lo que aumenta los temores sobre una mayor difusión en la comunidad. Hasta ahora, 13 personas han muerto por el virus.
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