La propagación del coronavirus también impacta en la seguridad económica de las personas.
De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), cerca de 25 millones de personas quedarán desempleadas por la crisis que la enfermedad está causando.
La mexicana Carolina Malagamba, educadora de museos en Nueva York, explicó a la BBC que actualmente no cuenta con trabajo por el coronavirus. Tanto sus clases como sus visitas guiadas fueron canceladas, y como no cuenta con un contrato fijo, su inestabilidad económica y laboral le resulta angustiante.
“Por lo menos hasta mayo no tendré ingresos”, señala. “Estoy viviendo al día a día. Estoy sola, tengo que sufragar esto sola. Hoy tengo dinero para pagar las próximas dos rentas y comer. Y ya. Después de eso, no sé”.
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La educadora evalúa la posibilidad de volver a México, pero asegura tener miedo de que, cuando pase la crisis, no la dejen regresar a Nueva York.
Así como Carolina, miles de personas alrededor del mundo están enfrentándose a la amenaza del desempleo.
El golpe al trabajo informal de los mexicanos
En México, cerca del 60 por ciento de los trabajadores se desempeñan en algún empleo informal, de acuerdo con la OIT, una cifra que tiende a subir en periodos de crisis.
Para los países de ingresos medios a altos, como lo es México, la OIT estima que la crisis económica llevará a la pérdida de 1.7 millones de empleos en caso de que el impacto del coronavirus sea bajo.
Pero de ser medio, unas 4.1 millones de personas estarían desempleadas y, en el peor de los escenarios, afectaría a 7.4 millones de mexicanos que “viven al día”.
La crisis laboral del coronavirus
De acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el coronavirus representa la “mayor amenaza a la economía global desde la crisis financiera” de hace poco más de una década.
El panorama es aún más desolador para quienes viven al día a día.
Lourdes, una empleada doméstica que vive en Londres y que prefirió no especificar su apellido, asegura que esta semana le cancelaron 14 horas de trabajo.
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“Posiblemente la semana que entra no tendré trabajo; no sé con qué plata voy a pagar la renta y mi alimentación”, señaló.
“La gente tiene miedo. Y lo entiendo, porque yo también estoy con miedo. Pero me preocupa, porque si no gano dinero, no podré vivir”, lamenta Lourdes.
La OIT, por su parte, calcula que alrededor de 25 millones de personas perderán su empleo por esta pandemia.
“Esto ya no es únicamente una crisis sanitaria global. También es una crisis económica y laboral que está teniendo un inmenso impacto en la gente”, declaró Guy Ryder, director general de la organización.
