Ronaldinho: Bienvenido al cuarto piso… Bajo llave

Ronaldinho. (Fotoarte: Jhonatan González).
• El que en su momento fue el mejor jugador del planeta, Campeón del Mundo y ganador de la Champions, pasará hoy, 21 de marzo, su cumpleaños 40 en una cárcel de Paraguay, donde juega futbol con otros presos, come asado, asiste a un taller de carpintería y a diario habla por teléfono con su madre, que ya lo quiere libre y de regreso en Brasil.

Hoy le falta la música, pero no la sonrisa. La llegada al ‘cuarto piso’ no se da en las mejores condiciones, pues desde el pasado 5 de marzo está encerrado en un centro penitenciario de Asunción, Paraguay.

El ganador del Balón de Oro en 2005 que lo refrendaba como el mejor futbolista del planeta; el mismo que fue Campeón del Mundo en 2002 y levantó la Champions con el Barça en 2006, cumple 40 años este 21 de marzo.

Acusado de entrar a Paraguay con pasaporte falso junto con su hermano Roberto, está recluido y pasa su tiempo jugando futbol, asiste a un taller de carpintería, y debido a que tiene ciertos privilegios en prisión, usa a diario su teléfono para comunicarse con Miguelina, su madre, quien espera con angustia el regreso de sus dos hijos a tierras brasileñas.

EL ORIGEN

A los ocho años padeció la muerte de su padre por un ataque al corazón, y desde entonces su hermano Roberto se convirtió en su referente, tutor y guía.

Su ídolo era Ronaldo ‘El Fenómeno’, a quien intentaba copiarle los recortes gambeteando los muebles de su casa y enfrentando a su perro ‘Bombón’.

Se formó en Gremio, donde destacaba sobre los demás y no solo por la dentadura y un cuerpo escuálido, sino principalmente por lo que hacía con el balón en los pies y la alegría que irradiaba en cada campo de juego.

Fue Campeón del Mundo Sub 17 y pronto dio el salto a la selección mayor, así como a Europa, donde el París Saint-Germain amarró a la nueva joya brasileña.

En ese entonces, la revista brasileña ‘Placar’ realizó una encuesta para bautizar al crack naciente, que obtuvo el diminutivo de Ronaldinho, acompañado por Gaúcho, por ser originario de Río Grande del Sur.

‘Dinho’ vivió sus mejores momentos en el Barça. (Foto: Shutterstock).

LA CIMA

Para nadie es un secreto que sus mejores años los vivió en el FC Barcelona, que lo fichó en 2003, y a partir de ese momento empezó a escribirse una historia llena de magia, títulos y también, algunos o muchos excesos.

Como azulgrana, Ronaldinho se convirtió en el mejor futbolista del mundo, reconocido casi de forma unánime, pues solo basta recordar que en un Clásico Real Madrid-Barcelona –que terminó 0-3 a favor de los culés (2005) y en el cual marcó dos goles–, fue ovacionado por el Santiago Bernabéu, tras sendas faenas a Sergio Ramos.

Llegó a un equipo apagado, a la sombra de un Madrid que ganaba y ganaba títulos, y no solo le devolvió el protagonismo al Barça, también la alegría por jugar, bajo esa filosofía de buen trato de balón que está en el ADN del club.

Con su salida del Barcelona a la llegada de Pep Guardiola en 2008, comenzó la decadencia de la carrera del genio. En el Milan solo tuvo destellos y de ahí en adelante peregrinó entre Brasil, donde ganó la Copa Libertadores, e incluso México, con Gallos Blancos.

EL DECLIVE

El escritor mexicano, Juan Villoro, en su libro ‘Balón Dividido’, define a la perfección a la felicidad hecha futbolista…

“Ronaldinho prefiere jugar con la despreocupación de quien se entrena para un partido sin importancia o filma un documental sobre el ‘jogo bonito’”.

Y sí, hoy incluso desde la cárcel circulan fotografías de ‘Dinho’ en una ‘cascarita’, un asado o conviviendo con otros reclusos, y todas las imágenes tienen un común denominador: la sonrisa del brasileño.

Pese a ello, con certeza no será el mejor cumpleaños del crack, que llega al ‘cuarto piso’ bajo llave.

Comparte esta nota