Jornaleros desafían incertidumbre por coronavirus en Nueva York

Jornaleros desafían incertidumbre por coronavirus en Nueva York
Foto: EFE


Genaro es uno de los casi cien jornaleros que cada día esperan en una calle de Nueva York a que alguien les ofrezca algún empleo.

En su país es abogado, pero aquí no le queda otra opción, pues debe trabajar para poder mandar dinero a su familia, sin importar el clima o el brote del coronavirus. 

Él comienza su día a las cinco de la mañana en la habitación que renta en Brooklyn. Para las seis, ya está junto a otros 70 o más inmigrantes en la “pared de jornaleros”. 

Todos tienen que estar allí antes de las siete de la mañana. A esa hora, los “empleadores” comienzan a llegar en busca de mano de obra. La pandemia no es motivo para no presentarse, señala Genaro, quien dice que ya discutió ese tema con los demás jornaleros. 

“Hay que seguir saliendo e insistir en el trabajo. Un día perdido son deudas”, asegura el inmigrante mexicano de 36 años. “Yo vivo solo, pero los que están con sus familias (en Nueva York) están más preocupados” por conseguir trabajo durante esta crisis sanitaria. 

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El avance del coronavirus ya causó el cierre de escuelas, la cancelación de eventos y la reducción de horas de trabajo. 

“Todo esto afecta. ¿Qué les voy a enviar?”, lamenta Genaro, quien usualmente manda dinero cada una o dos semanas a su esposa en México para mantener a su familia.

El mexicano explica que a las siete de la mañana llega en un vehículo un contratista “y pregunta quién sabe pintar, poner yeso o cualquier otra cosa”. “Dependiendo de tu experiencia, te pagan”, añade.

Por cada 10 personas que están en la “pared de jornaleros”, únicamente dos consiguen trabajo.

Genaro, como muchos otros, ha tenido “experiencias muy amargas” trabajando para estos contratistas. Le han robado el salario, insultado e incluso amenazado con denunciarlo ante el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE).

“Cuando llegas sin documentos, te tratan como si no fueras ser humano”, lamenta.

Compañías ponen en riesgo de contagio a jornaleros

Debido al avance del coronavirus, Genaro perdió el empleo que tenía como obrero de construcción. “Estoy temeroso”, señala, pues tendrá que hablar con su casera, a la que le paga 750 dólares al mes por la habitación.

El mexicano, por ahora, tampoco podrá enviar dinero a casa.

La mayoría de los afectados por esta situación son indocumentados que no cuentan con ningún beneficio, asegura el activista Manuel Castro, director ejecutivo de New Immigrant Community Empowerment (NICE). Estas personas, señala, no pueden dejar de trabajar, por lo que siguen exponiéndose al contagio.

Varias compañías de limpieza, explica, “están aprovechando” la situación actual para hacer dinero con indocumentados, a los que llevan para limpiar oficinas o espacios públicos.

“Es incierto qué tipo de equipo de protección tengan; muchos de ellos reciben lo básico. Corren peligro de ser infectados”, argumenta Castro.

“Están contratando a la gente que encuentran en las paradas y centros de trabajo para jornaleros”, agrega. “Nos preocupa porque es nuestra gente la que está limpiando y en peligro de contraer el virus”. 

Genaro, que está en espera del asilo político que solicitó, está dispuesto a hacer el trabajo que le ofrezcan.

“Ahora lo que necesito es que mi familia esté bien. Llueve, truene o relampaguee, tú tienes que estar ahí porque tus hijos quieren comer hoy”, señala el jornalero.

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