El presidente Donald Trump confirmó este miércoles que negará la entrada a su país a todos los migrantes solicitantes de asilo en la frontera con México, como medida preventiva ante el coronavirus.
No obstante, Trump enfatizó que “no planea por ahora cerrar la frontera con México a los viajes no esenciales, como ha ordenado hacer en la de Canadá”.
“La respuesta es sí, muy pronto, probablemente hoy”, dijo Trump durante una rueda de prensa en la Casa Blanca, al ser preguntado si invocará una ley con ese objetivo, como sugirió ayer The New York Times.
Te puede interesar: El coronavirus ya está en todo Estados Unidos; van 111 muertos
El diario estadounidense informó ayer que, según funcionarios del gobierno que pidieron permanecer anónimos, la medida se aplicaría tanto en la frontera con México como en la de Canadá y permitirá a Estados Unidos expulsar a los inmigrantes indocumentados sin ningún periodo de detención, ni un proceso legal.
La noticia provocó que organizaciones como Amnistía Internacional (AI) advirtiera en un comunicado que ese veto generalizado a la entrada de solicitantes de asilo “va contra las obligaciones legales internacionales de Estados Unidos”.
“Este veto no tiene nada que ver con mantener seguros a los estadounidenses respecto a la pandemia de coronavirus. El presidente Trump está jugando a meter miedo para justificar políticas racistas y discriminatorias”, escribió la directora para las Américas de AI, Charanya Krishnaswami.
Coronavirus, ¿nueva excusa para cerrar la frontera?
Mucho antes del brote de coronavirus, Donald Trump advirtió la necesidad de cerrar la frontera con México para detener la inmigración ilegal hacia Estados Unidos. En la primavera de 2019, tras las primeras caravanas migrantes, el presidente amenazó repetidamente con cerrar la frontera.
También lee: Nevada ordena cierre de casinos y bares por COVID-19
Según el gobierno de Trump, el coronavirus podría extenderse rápidamente a través de la población inmigrante y podría infectar a un gran número de agentes fronterizos. Esto, señalan, debilitaría la seguridad en la frontera con México.
Los funcionarios dijeron que la entrada a EU permanecería abierta a estadounidenses, personas con residencia (green card) y extranjeros con documentación.
