Los precios de los pasajes de avión cayeron como reacción a la propagación del coronavirus en Estados Unidos y otras partes del mundo. Por ello, Dylcia McBlackwell decidió tomarse no una, sino tres distintas vacaciones.
La empleada de servicios de alimentos, residente de Chicago, gastó un total de 435 dólares en unos boletos que normalmente le hubieran costado 700 o más. En abril, viajará a Colorado para visitar a sus amigas. El mes siguiente, irá a Carolina del Sur, y finalmente pasará unos días en Costa Rica.
Pero a pesar del bajo precio de los boletos, muchos estadounidenses han decidido no viajar por temor a la enfermedad. Las aerolíneas registran una fuerte caída en las reservaciones y un aumento notable en las cancelaciones.
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Hace unos días, Estados Unidos prohibió los vuelos procedentes de la gran mayoría de Europa, de China y de Irán. A nivel nacional, se anunció la cancelación de varios eventos multitudinarios.
Para compensar la caída en la demanda, las aereolíneas han tenido que recortar los horarios de vuelos, particularmente en las rutas internacionales. Un grupo de la industria advirtió que el coronavirus le podría costar a las aerolíneas a nivel mundial hasta 113 mil millones de dólares en ingresos.
El gran número de asientos vacíos en los aviones, sin embargo, ha llevado a muchos viajeros a aprovechar los descuentos y comprar boletos.
En las últimas vacaciones que tuvo, Nick Williams, de 22 años, pagó 110 dólares para ir a visitar a sus amigos en Florida. Apenas regresó a Indiana, encontró que ir al mismo destino ahora únicamente le costaría 65 dólares.
Este domingo, el número de muertes por coronavirus en Estados Unidos llegó a 62, y ya van más de 3 mil personas contagiadas.
