En medio de todos los temores y las cuarentenas por el coronavirus, algunos parecieran ignorar que más de 60 mil personas se recuperaron de la enfermedad que aún se está propagando por todo el mundo.
El virus puede causar síntomas de diversa gravedad y es especialmente problemático en adultos mayores y gente con problemas de salud previos.
Sin embargo, en la mayoría de los contagiados el coronavirus únicamente genera síntomas leves o moderados, como fiebre y tos, y la gran mayoría se recupera.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), los pacientes con casos moderados del virus tardan unas dos semanas en recuperarse. En cambio, aquellos en una situación más severa pueden necesitar entre tres y seis semanas.
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En China, país donde surgió el coronavirus, de las más de 80 mil personas que dieron positivo en la prueba, son más de 58 mil las que ya se han recuperado.
Pero incluso algunos de los pacientes que están en una situación crítica pueden sanar.
Eugene, de 89 años, es el padre de Charlie Campbell y fue diagnosticado con el coronavirus; está hospitalizado en Edmonds, Washington. El doctor encargado de su caso, dijo Charlie, apuntó a que “en circunstancias normales, le daría el alta”.
“Fuimos a verlo ayer y parecía estar bastante bien”, señaló el hijo del paciente, agregando que Eugene respiraba con normalidad y que sus signos vitales eran buenos. “Podría ser la persona más grande que se recupera del coronavirus”.
El temor a ser juzgado pese a haberse recuperado
Algunos de los que han estado en cuarentena temen ser estigmatizados por amigos, vecinos y compañeros de trabajo. Por lo mismo, se niegan a reconocer el más mínimo impacto del virus en su salud.
Carl Goldman, hospitalizado en Omaha, Nebraska, desde el 17 de febrero, expresó que probablemente solo habría faltado un día a su trabajo de haber sido diagnosticado con un resfriado.
Mientras recibe el alta médica, camina por su habitación e intenta cumplir un objetivo de mil pasos diarios.
Greg Yerex, quien fue diagnosticado junto con su esposa, Rose, contó que no tenía síntomas y que se sentía tan sano como cualquier otro día. El mayor reto que afrontó durante la cuarentena fue cuidar de su salud mental, aseguró. “Es como ser un reo”.
La pareja ya fue dada de alta, pero ahora tienen previsto acudir a terapia para superar el estrés que experimentaron.
Rebecca Fraser, pasajera del crucero Diamond Princess, ya fue dada de alta igualmente; sin embargo, a ella le preocuopa lo que los demás dirán de ella.
“¿Van a tener miedo?”, expresó”. ¿Van a criticarme por estar en casa o pensar que traje el virus conmigo?”.
