Cientos de policías impidieron el paso a una marcha opositora que intentaba llegar a la Asamblea Nacional de Venezuela. Los hechos sucedieron el mismo día en que la Alta Comisionada de los Derechos Humanos de la ONU denunció que continúan los ataques contra los adversarios del presidente Nicolás Maduro.
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Apoyados por camiones blindados, los agentes con equipos antimotines bloquearon una avenida en el límite entre Caracas y el municipio capitalino de Chacao, al este, para impedir el paso de los manifestantes.
Juan Guaidó intentó inútilmente negociar con los agentes por unos minutos, hasta que los uniformados comenzaron a lanzar gas lacrimógeno para dispersar a un grupo de personas que les arrojaban objetos. La marcha opositora en Venezuela aspiraba llegar al Palacio Federal Legislativo, sede de la Asamblea Nacional.
Los manifestantes portaban banderas de Venezuela y alguna enseña blanca cuando llegaron hasta una zona de la capital que da acceso al centro de Caracas.
“Hoy, si quisiéramos, sin duda, podríamos pasar, hoy los cobardes son los que se ocultan”, afirmó Guaidó a los agentes mientras pedía contención a sus simpatizantes.
“Los objetivos a este momento han sido cumplidos… visibilizar la protesta”, dijo Guaidó antes del altercado. “Quedó claro aquí que no hay miedo”.
Finalmente, le dijo a los policías que “no representan a Venezuela”, sino “a la dictadura” que considera que ejerce Maduro. “Hagan orgullosos a sus madres e hijos, pónganse del lado de la constitución”, pidió. Al asegurarse de que los policías no se moverían de sus posiciones, les dijo que eran unos “cómplices de la dictadura”.
“En todo el país demostramos que no hay miedo”, declaró en su Twitter.
Casi 60 países reconocen a Guaidó como presidente interino de Venezuela.
Con información de agencias
