Raquel Hernández de Mendiguren, pionera del arbitraje femenil mundial

A finales de los años 60, dio inicio la historia de las mujeres como silbantes en el futbol.

Actualmente es común ver a mujeres dirigiendo o siendo parte del cuerpo arbitral de partidos importantes en Ligas internacionales; ya no es raro que ellas sean las encargadas de llevar a buen puerto los juegos y qué decir del crecimiento que está teniendo el arbitraje y el balompié femenino.

Sin embargo esa batalla por conseguir espacios en el mal llamado ‘deporte del hombre’ comenzó a finales de los años 60 en España.

Raquel Hernández de Mendiguren, ‘La chica árbitro’ como le apodaban, inició su andar cuando tenía 22 años.

En las crónicas de la ciudad de Estrella de esa época era común leer en los titulares, ‘Ella quiere ser árbitro’. ‘¡Suerte, guapa!’, era otro de los encabezados que se redactaban; hoy sonarían hasta machistas.

Su presentación oficial como árbitra fue en un amistoso organizado en Mendizorroza por la Agrupación de Radio y Televisión de Vitoria: sus socios se enfrentaron a otro equipo formado por personajes ‘populares’ de la ciudad, entre ellos la leyanda del balompié mundial, Ferenc Puskás, quien por esos tiempos era entrenador del Alavés.

“Con gusto ha accedido a dirigir este encuentro a modo de presentación oficial”, señalaba la prensa sobre el debut de Hernández de Mendiguren.

Fue el 22 de marzo de 1969, cuando el público de Mendizorroza la recibió al salir al campo con una ovación. Como si se tratara de un fenómeno, a todos les hacía una gracia enorme que el partido lo dirigiera una mujer. ¿A dónde esconderían la cara en estos tiempo los que calificaban su trabajo como algo divertido?

Raquel pisó el césped con el balón en la mano, vestida con una falda-pantalón casi hasta la rodilla, con las tarjetas en el bolsillo de la chaqueta y el silbato colgado de la solapa. Flanqueada por dos jueces de línea que, en principio, iban también a ser mujeres.

“Pero una de ellas se encontraba enferma y a la otra, según parece, no le dio permiso su novio”, contaba la noticia de Alfil, el servicio de deportes de la Agencia EFE. Así que los asistentes fueron finalmente hombres.

Según las opiniones de aquellos tiempos, Hernández de Mendiguren dirigió el partido con acierto y dio lo que calificaron como ‘curso de buen hacer en cuanto a reglas de juego se requiere’.

‘Podía dar lecciones a algún colegiado’, ‘Éxito de una señorita como árbitro de futbol en Vitoria’. Fueron los titulares ante el asombro paternalista de la simpática colegiada.

El partido lo ganaron los ‘populares’ por 5-0 y a la ‘chica árbitro’ le fue obsequiado un ramo de flores en medio de una gran ovación y fue felicitada por los dos equipos.

Días después el diario ‘La Vanguardia Española’ escribió, bajo un par de fotos: ‘Contamos con ellas. Como la belleza y la acción no están reñidas, ahí tienen ustedes la demostración de cuán importante es la mujer en el deporte’.

Han pasado más de 50 años desde aquel estreno en Mendizorroza. Actualmente hay en España más de 700 árbitras que cada semana saltan al campo a dirigir partidos de futbol en todas las categorías. Y el Izarra, el club del que fue socia la primera árbitra, está presidido por una mujer de 33 años, Leyre Canela.

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