Oprah busca la redención con el público latino

Oprah busca la redención con los latinos luego de una controvertida selección para su club de lectura
Oprah Winfrey - foto: shutterstock

Una de las voces con más peso en los medios de los Estados Unidos es la de Oprah Winfrey. Cuando ella agrega un libro a la lista de su “Club de Lectura” (”Oprah’s Book Club”), garantiza que ese libro se convierta en un éxito de ventas. Pero el pasado mes de enero, cuando anunció que “American Dirt”, de Jeanine Cummins, entraba a su selecto catálogo, le llovió como pocas veces le ha llovido: El libro, que cuenta la historia de una mujer y su hijo que deciden cruzar todo México para colarse a los Estados Unidos y escapar de los cárteles y la violencia, se convirtió en blanco de ataques por parte de la comunidad latina. Ahora, Oprah busca la redención.

El primer cañonazo vino con una crítica muy, muy ácida de la escritora Myriam Gurba (“Pendeja, You ain’t Steinbeck”), que acusa al libro y a su autora de perderse en estereotipos racistas. Resaltó sobre todo el hecho de que Jeanine Cummins no tenga ni una gota de sangre latina en las venas. A partir de ahí, una avalancha de críticas y ataques en redes sociales obligaron a la casa editora, Flatiron Books, a cancelar el tour promocional de Jeanine Cummins. Más de cien escritores firmaron una carta abierta pidiendo a Oprah que borrara al libro de la lista de su club.

Oprah no lo borró.

Al contrario, salió en su defensa, diciendo que “cree fundamentalmente en el derecho de cualquier persona para usar su imaginación y talento para contar historias”, aunque no tengan nada que ver con la propia.

El pasado viernes, en su serie “Oprah’s Book Club” transmitida por Apple TV Plus, Oprah tuvo como invitada a Jeanine Cummins para hablar del libro. Pero además, trajo a la mesa a tres escritoras latinas: la activista Julissa Arce, Esther Cepeda, columnista del Washington Post, y Reyna Grande, autora de “La Distancia entre Nosotros”.

Digamos que no le fue muy bien.

Grabando el programa de “Oprah’s Book Club”. De izquierda a derecha: Esther Cepeda, Julissa Arce, Reyna Grande, Jeanine Cummins y Oprah Winfrey – foto: Apple TV

En un momento, Cummins dijo que sabía de la experiencia migrante porque la familia de su esposo llegó a Estados Unidos como migrantes. Le preguntaron de dónde. La respuesta: de Irlanda. Al final del intercambio, Cummins tuvo que arrepentirse de haber comparado la experiencia migrante irlandesa de principios del siglo veinte con el viacrucis que viven las familias de México y Centroamérica en la frontera con Estados Unidos.

“Con tu libro me sentí herida y despreciada”,, le dijo Reyna Grande, “porque prueba que la industria editorial nos trata con menosprecio: cuando un latino escribe un libro sobre nuestra experiencia y logra publicarlo, apenas se nota. Pero con tu libro, lo quisieron vender como si fuera todo un clásico.”

En un momento del programa, Don Weisberg, presidente de Macmillan, la empresa dueña de Flatiron Books, que estaba en el público, dijo que habían contratado asesores para ayudarlos a tratar el tema de la diversidad en la compañía. “¿Y esos asesores dicen que contraten más latinos?” le preguntó Cepeda.

“Suena sencillo, pero no lo es”, fue la respuesta evasiva de Weisberg.

Jeanine Cummins – foto: The New York Times

Una cosa es cierta: el libro de Cummins es un best seller. Lleva seis semanas en la lista del New York Times de los diez más vendidos (actualmente en tercer lugar). Y aunque la encuentre o no, Oprah busca la redención: “quiero que siga esta conversación, y veré la manera de apoyar que siga, si puede contribuir algo de valor”, declaró luego del programa a la Associated Press. “Y luego de esta lección, estoy abierta a más libros de escritores latinos”.

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