El basquetbol salvó a Beverley… “Sería el mayor narcotraficante del mundo”

Beverly se ha erigido como uno de los mejores defensivos de la Liga, aunque en sus inicios no todo fue tan fácil.
• El base de los Clippers, Patrick Beverly, contó lo que vivió en su adolescencia, antes de enfocarse al deporte.

Incontables son las historias de jugadores de diferentes deportes que provienen de orígenes humildes para convertirse en estrellas, y el deporte para algunos es un salvavidas.

Tal es el caso del jugador de los Clippers, Patrick Beverley, uno de los “chicos malos” de la NBA, considerado uno de los mejores defensores de la vida y oriundo de Chicago, Illinois.

En entrevista con ESPN, Beverly reconoció que su vida pudo dar un vuelco total luego de ser suspendido por la Universidad de Arkansas por haber incurrido en un plagio, y todo el éxito que ha tenido se hubiera ido por la borda.

“Habría sido el mayor narcotraficante del mundo. Necesitamos alimentar las bocas de la gente y de dónde vengo no tenemos el lujo de tener un fondo de pensiones o dinero de herencias o el lujo de poder aspirar a entrar en negocios familiares. Era el basquetbol o vender droga”, comentó el base del equipo angelino.

Una tragedia salvó la vida de Patrick, pues cuando su primo fue asesinado decidió alejarse de los malos pasos.

“Fue entonces cuando decidí jugar al baloncesto. No quería estar en su situación. No quiero comparar a mi primo con un cordero, pero su sacrificio sirvió para despertar a toda la familia. Me obligó a ir por el camino correcto”, concluyó un Beverley.

Hoy, después de haber comenzado su andar en el Dnipro en Europa, el base lleva ya siete temporadas en la NBA y acaba de firmar un contrato de 40 millones de USD por tres años con los Clippers, lejos de los peligros de su juventud.

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