Por Pamela Subizar, corresponsal del Latinus en Nueva York.
La comunidad inmigrante de Nueva York vive intranquila, después de que Erick Díaz recibió un disparo en la cara por parte de un agente de ICE el pasado 6 de febrero.
Así lo confirmó en entrevista con Latinus la madre del joven, Carmen Díaz. “Ya no nos sentimos seguros. Vivimos con miedo”, confesó la mexicana. “Es inhumano. Ellos piensan que andan cazando animales. No tienen corazón”.
El incidente ocurrió a unos pasos del hogar de Carmen, ubicado en el barrio de Brooklyn, mientras Erick se encontraba de visita con una visa de no inmigrante.
Agentes vestidos de civil intentaban arrestar a Gaspar Avendano Hernández, un inmigrante mexicano indocumentado y pareja de Carmen, cuando el hijo de ésta intervino y recibió un disparo.
Desde entonces, la comunidad inmigrante exige justicia social para Erick y la puesta en libertad de Gaspar, detenido con una orden de deportación.
La madre de Erick explicó que su hijo permanece hospitalizado con lesiones graves. Ahora, la familia necesita recaudar 30 mil dólares para cubrir los gastos médicos.
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La mexicana también precisó que, desde el incidente, la comunidad se ha solidarizado con ella y su familia.
“No tengo familia aquí, pero no me sentí sola porque todo el tiempo he tenido apoyo de la comunidad”, explicó Carmen.
La veracruzana, que emigró a Estados Unidos hace 20 años, también pidió que se “paren las redadas” y las “deportaciones”, y que el gobierno deje de “destruir familias”.
El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos inició una investigación sobre los hechos.
Éste caso llega en medio de nuevas medidas antimigrantes por parte del gobierno de Donald Trump. Hace unos días, el mandatario anunció el envío de fuerzas especiales de la patrulla fronteriza a ciudades santuario, una de ellas Nueva York.
Estos centros urbanos se rehusan a compartir información de los inmigrantes con ICE, una postura duramente criticada por el presidente.
