El papa Francisco anunció que no asistirá a un retiro espiritual a las afueras de Roma por el resfriado que padece desde el miércoles. Esto ocurre mientras Italia pasa por una crisis de salud por el coronavirus.
“Por desgracia, un resfriado me impide participar este año. Seguiré la meditación desde aquí”, dijo el pontífice durante la bendición semanal dominical.
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Es la primera vez que cancela ejercicios espirituales en los siete años que lleva al frente de la Iglesia católica. Estos retiros son habituales entre los jesuitas, orden a la que pertenece el pontífice.
En la misa del Miércoles de Ceniza, el papa Francisco estuvo tosiendo y sonándose la nariz. Desde entonces el papa ha cancelado algunos compromisos oficiales, incluyendo dos audiencias oficiales programadas y una misa en una catedral de Roma.
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El papa apareció públicamente hasta el sábado, cuando salió a bendecir a los fieles desde una ventana sobre la Plaza de San Pedro.
Ese mismo día recibió al responsable de la oficina episcopal de El Vaticano, al embajador pontificio en Francia y a un arzobispo ucraniano.
La oficina de prensa de la Santa Sede describió que el pontífice tiene una “enfermedad leve”, aunque no dio más detalles.
La enfermedad del pontífice ha coincidido con la alarma generalizada en Italia por el brote del coronavirus. Hasta ahora se confirmaron 29 muertos y más de mil 100 personas infectadas, la mayoría al norte del país.
Con información de EFE.
