Un sueño a medias para los estudiantes indocumentados de Nueva York

Un sueño a medias para los estudiantes indocumentados de Nueva York
Foto: EFE

Por Pamela Subizar, corresponsal de Latinus en Nueva York

Desde hace medio año, los estudiantes indocumentados de Nueva York pueden solicitar becas y ayuda financiera del estado para ir la universidad sin importar su estatus migratorio, gracias a la llamada Ley del Sueño. Pero en la práctica, acceder a este beneficio no es fácil. 

Estudiantes de escuelas secundarias han tenido dificultades como la falta de información y un complejo proceso de solicitud, explicó Robert S. Rotunda, director ejecutivo de la Asociación de Consejeros Escolares del Estado de Nueva York (NYSSCA) a Latinus.

“Consejeros escolares han notado que muchos alumnos no saben acerca de este beneficio.  Una vez que lo conocen, sí tienen interés en aplicar, pero cómo hacerlo es entonces el principal problema”, explicó.

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La ley beneficia a jóvenes dreamers que llegaron a Estados Unidos siendo niños y no tienen ciudadanía. En la ciudad de Nueva York, se calcula que hay 47,000 residentes en esta condición.

“Las escuelas no están autorizadas a preguntar si los estudiantes tienen documentos o no, entonces el programa se promociona en forma general y no focalizada”, indicó Rotunda.

Al ayudar a los solicitantes, los consejeros han visto también que el proceso lleva mucho trabajo; no siempre es claro y específico y puede demandar traducciones de documentos como diplomas de los países de origen de los dreamers.

Organizaciones a favor de los soñadores han denunciado otras dificultades como demoras en la acreditación del dinero.

También piden apoyo para las campañas de información. Muchos estudiantes temen compartir sus datos en un momento en que la Corte Suprema está evaluando la decisión del presidente Donald Trump de anular el programa DACA, que otorga permisos de trabajo a soñadores.

La Ley del Sueño fue aprobada en enero de 2019 luego de diez años de intenso activismo por parte de organizaciones y soñadores, y entró en vigencia en julio, pero aún no hay datos oficiales sobre la cantidad de solicitantes.

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