Por Aitana Vargas, corresponsal de Latinus en Los Ángeles.
Los enfrentamientos entre California y el gobierno de Donald Trump persisten. Esta vez, la polémica se centra en el aborto.
Desde agosto del 2014, el estado dorado obliga a las compañías privadas de seguros médicos a garantizar abortos en sus pólizas. También requiere que las empresas le ofrezcan a sus trabajadores seguros médicos que garanticen acceso a este procedimiento.
Pero Trump, firme opositor a la medida, acusa a California de violar la Enmienda federal Weldon. Ésta permite reducir los fondos federales que un estado recibe para programas médicos si discrimina contra entidades que se oponen al aborto.
El pasado 24 de enero, el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos (HHS) le dio a California treinta días para rectificar su política. De lo contrario, cortará sus fondos federales.
“(California) continúa violando la ley federal al seguir requiriendo que las entidades que velan por la salud, que se oponen (al aborto) y que están protegidas por la Enmienda Weldon cubran el aborto elegido”, reza el comunicado.
Álex Azar, secretario de la HHS, aseguró que “una vez más, el gobierno de Trump está cumpliendo su promesa de proteger la vida humana y la libertad de conciencia de todo americano”.
Por su parte, el gobernador de California, Gavin Newsom, y el fiscal general del estado, el latino Xavier Becerra, negaron que se esté violando la enmienda.
“En California, continuaremos protegiendo el acceso de nuestras familias a la asistencia médica, incluyendo el derecho constitucional de la mujer al aborto. Nada cambia”, afirmó Becerra.
El aborto para los ciudadanos de California
Entre la población, las visiones sobre la medida también son dispares.
“Estoy completamente a favor de que California obligue a las compañías de seguros a cubrir el aborto”, aseguró en declaraciones a Latinus Wendy Shipnuck, una residente californiana de 68 años que tuvo dos abortos cuando era joven.
“Creo que los argumentos en contra de la cobertura son completamente hipócritas. Quienes los promulgan también respaldan la pena de muerte y están en contra de programas para ayudar a las mujeres pobres”, agregó.
Shipnuck recalcó que, aunque ella puede permitirse pagar por un aborto, hay millones de mujeres que carecen de esa opción y necesitan esta cobertura.
Sin embargo, grupos religiosos, como las Misioneras Guadalupanas del Espíritu Santo o la Iglesia Wesleyana Skyline, rechazan el aborto y respaldan la postura federal.
