Oribe Peralta encara el partido más incómodo de su carrera… Desde la banca, la tribuna o ahora, a través de la televisión.
Los años maravillosos en los que era un indiscutible, referente y terror de las defensas rivales, quedaron atrás. El presente del delantero ya no es ‘hermoso’.
De 2018 a la fecha, el rendimiento del originario de La Partida, Torreón, viene a la baja, primero en el América, en donde perdió el gol y la titularidad, aunado a una lesión que lo tuvo ausente algunos meses.
Su inesperado y escandaloso traspaso de las Águilas al Guadalajara no mejoró el panorama para este futbolista de una pieza, y que es y será referente histórico del balompié azteca; sin embargo, su estancia en Chivas es apenas anecdótica y triste.
Dos goles entre el torneo pasado y lo que va del presente (uno en Copa MX y otro en Liga, de penalti), resumen la productividad de Peralta con el Guadalajara, y ya se volvió recurrente verlo en la banca o ni siquiera aparecer entre los 18 jugadores convocados para los partidos.
En jornadas consecutivas, Luis Fernando Tena, el mismo técnico que con Oribe como estandarte logró el oro olímpico en 2012, ha borrado al delantero de la lista de elegibles, con lo que no estuvo ante Cruz Azul y tampoco viajó a Tijuana.
Peralta tiene 36 años y la realidad indica que está muy cerca de la puerta de salida. Hoy el ídolo se tiene que conformar con ver a su equipo por televisión.
