Por: Elsie Méndez
Cuando pensamos en una escapada romántica nuestra mente siempre apunta a lugares como Venecia, París, destinos lejanos que pueden no ser tan accesibles para un fin de semana. Pensando en ello, seleccione una lista con algunos mucho más cercanos, que van desde encantadores pueblos en la montaña hasta comunidades con discretas playa, estas pequeñas ciudades son las mejores para un viaje en pareja.
Ouray para una escapada romántica invernal
¿Prefieres una escapada romántica entre montañas nevadas y bonitos edificios victorianos? Ouray en Colorado es perfecta para tu próxima aventura amorosa. Comienza con una caminata durante el día alrededor del Box Canyon, o tómelo con calma en las aguas termales de Ouray. Luego haz una reserva para cenar en Brickhouse 737, y mira adónde te lleva el resto de la noche – preferiblemente a la habitación Romance of the Seas en el China Clipper Inn-.
Carmel by the Sea para una escapada romántica en la playa
Es casi imposible no dejarse cautivar por la majestuosidad de Carmel by the Sean al sur de California. En realidad, toda el área en cualquier dirección de la autopista de la costa del Pacífico te dejará a ti y a tu pareja sin aliento. Una vez que haya pasado un tiempo disfrutando de las vistas del mar, salgan y exploren algunos de los encantos artísticos que la ciudad tiene para ofrecer, como un espectáculo en el Sunset Center, un tour en Tor House, o paseen por sus bellas calles peatonales.
Dripping Springs para una escapada romántica y sibarita
Este pequeño pueblo de Texas es mi favorito de lugares para una escapada de fin de semana con cervezas, BBQ y, por supuesto, tu pareja. Pasen el día Hamilton Pool, una refrescante piscina situada dentro de una reserva de más de 200 acres en la que vale la pena ir a nadar, y luego diríjanse al distrito histórico para encontrar algunos tesoros en las pequeñas tiendas locales. Por la tarde, no duden en visitar las diferentes bodegas, cervecerías y destilerías (recomendamos Dripping Springs Distilling y Twisted X Brewing) antes de bailar toda la noche en Mercer Street Dance Hall -un bar un poco a las afueras de la ciudad pero que vale la pena el viaje.
