“Cindy la Regia”: Comedia romántica, tipo bien y así, goooey

Cindy La Regia

Antes de entrarle de lleno a la crítica de “Cindy la Regia”, dejemos algo en claro. Entre los géneros cinematográficos, la comedia romántica quizás tenga la fórmula más rígida:

  1. “A” siente que algo le falta para ser realmente feliz.
  2. “A” conoce a “B”: no tienen nada en común y a menudo empiezan odiándose.
  3. La vida (o el destino, o la casualidad, o los amigos metiches, whatever) los obliga a convivir y se van conociendo más y mejor.
  4. Hay chispas entre ellos y no pueden evitar el primer beso (o la primera noche de pasión).
  5. Algo o alguien se encarga de arruinarles el idilio, separándolos. “B” se resigna y renuncia a “A”.
  6. “A” no puede volver al mundo en el que vivía antes de conocer a “B” y toma una decisión mayúscula (que puede tener que ver con “B”, pero casi siempre tiene que ver con su propia vida).
  7. A raíz de esa decisión, “A” y “B” se reencuentran y son felices para siempre.
Cindy La Regia

Así de sencillo. Cualquier comedia romántica bien hecha se apega fielmente a estos siete pasos. Es una fórmula probada y aunque han querido ponerla de cabeza, prácticamente nadie lo ha logrado. Porque funciona.

“Cindy la Regia”, basada en el cómic de Ricardo Cucamonga, se ajusta perfectamente a la fórmula: luego de un ridículo mayúsculo durante su fiesta de cumpleaños, Cindy (Cassandra Sánchez Navarro), una chica rica de Monterrey, huye a la Ciudad de México para reinventarse. Sin dinero, sin el apoyo de sus padres y durmiendo en el sofá de su prima (Regina Blandón). En una fiesta donde ella no podría sentirse más fuera de lugar, Cindy conoce a Mateo (Giuseppe Gamba) y se caen pésimamente mal… Y así sucesivamente.

Pero en este caso, a diferencia de otras cintas mexicanas del género, el apego a la fórmula está tan bien logrado que no se nota: sale ganando un humor muy bien escrito: el cine se deshace en carcajadas cada treinta segundos.

Cindy La Regia

La cinta, dirigida por Catalina Aguilar Mastretta y Santiago Limón (y que tiene una mayoría de mujeres en lugares claves del equipo de producción, bravo por ello), demuestra que la comedia romántica está bien y a gusto en el cine mexicano.

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