Luego de que el año anterior registrara su nivel de audiencia más bajo desde 2008, los ratings del Super Bowl del pasado dos de febrero mostraron señales de recuperación que deben tener bastante contentos a los ejecutivos de Fox.
Las cifras que fueron publicadas por la cadena que transmitió el duelo entre Shakira y J.Lo (perdón, entre Kansas City y San Francisco), reflejan un aumento en rating del 2% respecto al año pasado, para alcanzar un total de 102 millones de espectadores en Estados Unidos, tanto por TV como por plataformas digitales. Si bien no fue suficiente para superar los 103.8 millones del 2018, fue la primera vez en cinco años que el número de espectadores aumentó con respecto al año anterior.
Es un bonito regalo para la NFL, que cumple cien años de haberse fundado. Al parecer, el declive en espectadores que se venía registrando desde hace unos años por fin está revirtiéndose: esta temporada, en general, las transmisiones de los partidos tuvo 5% más audiencia que en el 2018. En promedio, cada partido fue visto por unos 16.7 millones de personas.
Además, el altísimo rating del domingo ayudó al estreno de la tercera temporada de The Masked Singer, justo después del partido: con 23.7 millones de espectadores totales, duplicó las números del estreno de la temporada anterior.
Las otras cadenas, NBC, CBS y ABC, con una resignación que resultó certera, llenaron sus tiempos con repeticiones, intuyendo que no tendrían con qué competir con el Superbowl: en total, promediaron 0.2 puntos de rating en el demográfico clave, adultos de 18 a 49 años.
Por cierto: Shakira y J.Lo tuvieron rating más alto que el partido en sí: las dos latinas fueron vistas por 103 millones de personas en Estados Unidos.
