Por Ana Lucía Hernández para Latinus
La frontera sur de México es hoy un foco rojo en el que se ha reportado un constante maltrato contra las olas de migrantes que buscan llegar a Estados Unidos. Detenciones ilegales, incomunicación, separación de familias, deportaciones masivas, violación al derecho a la defensa y a la solicitud de refugio por violencia, entre otros abusos, son cada vez más comunes.
Organizaciones internacionales y locales de derechos humanos denuncian que las políticas del gobierno mexicano para frenar la migración centroamericana son comparables a las de la administración Trump en Estados Unidos en cuanto a la crueldad contra personas indocumentadas que huyen de la violencia y la pobreza en sus países de origen.
A esto se le suma la falta de transparencia por parte de las autoridades mexicanas y las trabas que han puesto a los defensores de migrantes para documentar los malos tratos y graves irregularidades.
La manera en que México enfrenta la oleada migrante de los últimos años en su frontera sur ha desatado una crisis de derechos humanos que es observada atentamente por el mundo.
