Zion, una montaña de ilusiones para la NBA

Zion Lateef Williamson, la nueva sensación de la NBA hizo finalmente su debut en la temporada regular de la Asociación el pasado miércoles 22 de enero (tras cuatro meses de espera debido a una operación de meniscos) cuando su equipo, New Orleans Pelicans, se enfrentó a los San Antonio Spurs.

El resultado fue lo de menos. Los ojos estuvieron sobre el chico de 19 años, quien desde que irrumpió en la NCAA con Duke fue señalado como el indicado para ocupar el lugar de estrella máxima de la NBA, LeBron James, una vez que éste se retire.

Zion lleva su nombre por el Monte Sion, de Jerusalén, Israel. Y es precisamente como en la NBA se le ve. Como una montaña de ilusiones, no sólo en el aspecto deportivo, sino en el de marketing.

La responsabilidad es mucha para un jugador propenso a las lesiones y cuya relación peso/estatura es lo que genera más incógnitas acerca de los alcances que pueda tener en una liga como la NBA en donde el contacto físico toma tintes de violencia.

Sin embargo, Williamson está acostumbrado a enfrentar y superar los obstáculos que tenga frente a sí para conseguir sus objetivos. Así fue desde que a los 9 años se levantaba a las 5:00 horas para ir a entrenar. Se probó jugando soccer y futbol americano, luego el panorama se aclaró y definió cuál era su meta: convertirse en una estrella del basketbol.

Su camino al estrellato inició con el pie derecho. Durante los 12 minutos que jugó en su debut el ala-pívot cifró 22 puntos, pero lo destacable fue que de esa cantidad, 17 los hizo en el último cuarto con la marca histórica para un novato debutante tras irse 4 de 4 en triples. Nada mal para el niño que comenzó a llamar la atención desde que era alumno de la pequeña escuela K-12 de Spartanburg, Carolina del Sur.

Hasta la fecha, Williamson ha participado en seis juegos con los Pelicans y sus números por partido son de destacar. 19.5 puntos, 8.2 rebotes y 1.7 asistencias, tomando en cuenta que cada vez juega más minutos debido a que aún está bajo restricción de tiempo por la cirugía en la rodilla a la que se sometió.

Y es que desde su participación en el basketball colegial sus números fueron reflejo de su potencial y, de mantener esos promedios como profesional, la ‘Era de Zion’ romperá y establecerá marcas sin precedentes.

Como estudiante de primer año sus números son de calibre All-Star: 24.4 puntos, 9.4 rebotes, 2.8 asistencias, 3.3 robos y 3.0 bloqueos por juego.

No menos llamativas son sus cifras como Junior: 36.8 puntos, 13 rebotes, 3 robos y 2.5 bloqueos por partido.

Como Sinior tuvo marcas de: 36.4 puntos, 11.4 rebotes y 3.5 asistencias por encuentro.

Para enero de 2018, Zion eligió a Duke y debutó el 15 de agosto de ese año con los Blue Devils. Sólo jugó una temporada como universitario, ya que su talento lo hizo dominar el torneo. Ahí, dejó registros de 22.6 puntos, 8.9 rebotes, 2.1 asistencias, 2.1 robos y 1.8 tapones por juego.

Será cuestión de tiempo para saber si Zion Williamson es la futura superestrella de la NBA, pero de inicio, parece haber frenado sin problemas la bola de nieve que se genero en torno a su aletargado debut en la NBA.

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