Una de las dinastías más exitosas en el futbol acaba de extenderse por otra generación. Daniel Maldini debutó el domingo pasado en la Serie A con la camiseta del Milan, en un partido que terminó con empate 1-1 ante Hellas Verona.
El hijo de Paolo y nieto de Cesare juega como centro delantero. Tiene 18 años y lleva sobre su espalda la enorme carga de éxitos de los dos históricos ex jugadores de los rossoneri.
Daniel ingresó a la cancha de San Siro en el minuto 93 en sustitución de Samu Castillejo. Tanto su abuelo como su padre son leyendas vivas de la defensa italiana, pero él se formó como delantero y fue convocado por el técnico Stefano Pioli ante la ausencia del astro sueco Zlatan Ibrahimovic, quien fue afectado por un cuadro gripal.
Daniel ha marcado siete goles en 17 partidos disputados con los juveniles del Milan y ya había jugado en algunos amistosos contra Bayern Munich, Benfica y Manchester United.
Paolo, su padre, atestiguó el conmovedor instante de ver su legado continuar con la playera rojinegra. “Fue un sueño, lástima por el resultado (1-1). El Hellas Verona es un equipo duro, quizás merecíamos los tres puntos, pero solo sumamos un empate. Ojalá ganemos el próximo partido”, dijo Maldini al canal oficial del club.
“Este debut era un objetivo que tenía. Ahora espero seguir por este camino. Sentí una emoción fuerte este domingo, aunque mi padre me sostiene y tranquiliza”, agregó.
El inicio de la saga
En 1954, Cesare debutó con el Milan, club con el que disputó 412 encuentros, hasta 1966. Sus conquistas fueron los títulos de Liga italiana de 1954-1955, 1956-1957, 1958-1959 y 1961-1962, y una Copa de Europa, levantada en 1963 en la que vencieron al Benfica.
Cesare también entrenó al Milan entre 1972 y 1974, y guió al club hacia la conquista de una Copa Italia y de una Recopa. En su carrera milanista también ocupó el cargo de director técnico en los años 90.
El segundo capítulo lo protagonizó Paolo, quien debutó en Serie A a los 16 años de edad, en 1985, y disputó un total de 902 partidos, con 33 goles marcados. Fue protagonista, líder y capitán de tres décadas del Milan, en las que el club conquistó cinco Copas de Europa (1988-1989, 1989-1990, 1993-1994, 2002-2003 y 2006-2007), además de siete títulos ligueros, dos Copas Intercontinentales, un Mundial de clubes, cinco Supercopas italianas y una Copa Italia.
Tras un duro adiós al club en 2009, Paolo volvió a casa en 2018, con el cargo de director del área técnica. Y este domingo, once años después de su despedida como futbolista, llegó el momento de su hijo Daniel, quien saltó al campo, aunque solo por un minuto, con la camiseta número 98.
Aunque han estado alejados del protagonismo de los años de gloria de Cesare y Paolo, se confía en que la tercera generación pueda alcanzar un poco de los éxitos de sus antepasados, algo que necesita urgentemente el club.
