Por: Angel Xavier
No cabe duda que el Súper Tazón es el evento deportivo más importante del mundo, con toda la atención de los fanáticos del deporte y de los seguidores de las grandes estrellas que engalanan sus espectáculos del medio tiempo. Hoy en día crea tanta expectativa saber que equipos jugarán en el súper domingo como el saber quién será el encargado de deleitarnos con el show entre mitades, vaya que incluso hay peticiones en plataformas como change.org para que determinados artistas tengan la oportunidad de tocar en este escaparate.
Los latinos estamos de plácemes con la designación este año de la colombiana Shakira y de Jennifer López como las que darán el show del medio tiempo en el Super Bowl, y vaya que tienen un reto frente a ellas pues hemos visto shows espectaculares a lo largo de los años; pero no siempre fue así, durante los ochenta y los setenta el espectáculo de medio tiempo era más bien la excusa perfecta para ir al baño, preparar más botana y ver que pasaba en otros canales, pues la liga nos ofrecía momentos dignos del olvido con presentaciones aburridísimas.
Todo cambió en 1993 en el súper tazón XXVIII cuando Michael Jackson, el rey del pop, dio una cátedra de cómo montar un espectáculo, que incluso fue mucho más emocionante que el propio juego. A muchos aún se nos pone la piel de gallina al recordarlo.
Uno de los responsables de ese montaje fue el director de la gira Dangerous de Jackson: El coreógrafo y director latino Kenny Ortega. Quien no solamente trabajó con Jackson sino que también es el responsable del montaje del espectáculo que Diana Ross presentó dos años más tarde. Una extravaganza con los mejores éxitos del catálogo de Ross, cambios de vestuario, un cover al clásico de la música disco “I Will Survive” y la salida más memorable para un artista: cuando un helicóptero bajó en plena cancha a recoger a la diva. ¡Supera eso Lady Ga Ga!
Así que mientras esperamos las sorpresas que Shakira y JLo nos regalen recordamos que ya otro latino puso la vara muy alta, y ese es el gran Kenny Ortega en el Super Bowl XXIX.
