El regreso a casa de Víctor Guzmán empezó como una fiesta y acabó en una tragedia deportiva.
Se formó como futbolista en las fuerzas básicas del Guadalajara, pero el club no le vio potencial y muy joven decidió venderlo al Pachuca, en donde se convirtió en figura al darle un título de Liga MX con un gol ante el Monterrey (Clausura 2016), además de catapultarse a la Selección Nacional.
Luego de varios intentos fallidos, por fin para el presente torneo, el Rebaño Sagrado consiguió la recompra del apodado ‘Pocho’ por una cifra extraoficial que rondó entre los 10 y 12 millones de dólares.
De los siete refuerzos del equipo, Guzmán lucía como el más prometedor, pero todo se empezó a descomponer porque de forma misteriosa antes del debut en la Fecha 1, se descartó la convocatoria del jugador y el Guadalajara no tuvo un pronunciamiento oficial al respecto, salvo el argumento del técnico Luis Fernando Tena de que se trataba de “un tema personal”.
De inmediato comenzaron las especulaciones y fue cuestión de un par de días para que se informara que el mediocampista registró “un resultado analítico adverso en un control antidopaje” que se realizó el 10 de agosto, después del partido Querétaro-Pachuca del Torneo Apertura 2019.
Brotó el escándalo y la transferencia del ‘Pocho’ a las Chivas se anuló, al tiempo de que los Tuzos presuntamente tuvieron que devolver dos millones de dólares que habían recibido de adelanto por el jugador.
Los controles de la Liga MX se realizan en el Laboratorio Antidopaje de La Habana, Cuba, acreditado por la Agencia Mundial Antidopaje, y de acuerdo con el protocolo, cuando un deportista tiene un resultado analítico adverso, puede solicitar la apertura de la muestra ‘B’.
Si se confirma la presencia de la sustancia prohibida se convierte en dopaje positivo y el atleta se somete a un juicio para determinar su sanción.
En ese compás de espera y sufrimiento está el futbolista, quien recibió el respaldo del Pachuca y negó vía redes sociales haber ingerido alguna sustancia prohibida… A menos de forma premeditada.
“Desde siempre he sido un jugador que ha rechazado cualquier práctica antideportiva y he manifestado mi apoyo a la lucha antidopaje. Es por ello que esta situación en que me veo envuelto me resulta absolutamente increíble y me apena enormemente.
“Procederemos a solicitar el análisis de la prueba B con la esperanza de que se demuestre tras su apertura que ha sido todo un terrible error y que yo pueda continuar ejerciendo mi profesión. En todo caso, quiero dejar claro que nunca he tomado ninguna sustancia para mejorar mi rendimiento deportivo y voy a luchar hasta el final para demostrar mi inocencia y así poder seguir haciendo aquello que más me gusta y me hace feliz: jugar al futbol”, escribió el tapatío.
De acuerdo con el Código Mundial Antidopaje, en caso de que la muestra ‘B’ también resulte positiva, Víctor puede enfrentar una sanción que va de dos a cuatro años de suspensión, la cual puede reducirse hasta en un 75 por ciento si demuestra que el consumo de la sustancia no fue premeditado.
El titular de la Liga MX, Enrique Bonilla, reveló que fue un alcaloide, sin especificar cuál, lo que se le encontró al jugador en la muestra, por ello está inhabilitado, a la espera de recibir fecha para ir a La Habana y estar presente cuando se revise la prueba ‘B’. En cuestión de días, el mejor fichaje de las Chivas vio frustrado su regreso al club que lo vio nacer.
Este 3 de febrero, Víctor cumple 25 años y una de las carreras más prometedoras de un futbolista nacional puede verse truncada, incluso de forma definitiva.
